


DIVERSIDAD Y SOCIEDAD ACTUAL: DEL MIEDO AL AMOR
En nuestro recorrido como Escuela pionera en la formación en Coeducación, ayer 9 de marzo recibimos la visita de Gonzalo Félix Serrano, de la Fundación Arco Iris, que nos propuso reflexionar juntos sobre Educación, diversidad sexual y visibilidad LGBTI.
Como viene siendo la mecánica de estas jornadas de aprendizaje, la formación se desarrolla en dos momentos. El ponente se reunió con el claustro por la mañana, de 12h a 14h. Por la tarde, aprovechando el intercambio de clase y un cuarto de hora antes y después, entre las 18h y las 19h, se sumó el alumnado e incluso algunas alumnas ya tituladas. En total, el taller contó con 25 participantes.
Gonzalo Félix Serrano empezó aclarando determinados conceptos que quizá no teníamos claros porque la diversidad es amplia y, en gran medida, aún desconocida.
De la sigla LGBTI, las tres primeras letras hacen referencia a la atracción y lo que se desprende hacia afuera. Pero las otras dos letras tienen que ver con la identidad, con quién soy yo. ¿A qué se refiere entonces la T? Es T de “transgénero”, que engloba a las personas transexuales y a las bigénero, que se sienten como pertenecientes a ambos géneros comúnmente aceptados. ¿Y la I? A la “intersexualidad”, que se refiere a los estados intermedios que participan, en diferente medida, de los sexos comúnmente aceptados

No se trata de fenómenos, sino de realidades de las que las personas que las viven empiezan a hablar sin miedo, sin vergüenza, sin malestar.
Desde el punto de vista médico, en el pasado se han cometido tropelías quirúrgicas, a veces con la mejor de las intenciones.
Hoy día, ante estas realidades se tratan de otra manera (más humana) y se deja al albedrío de la persona que alcanzará a una determinada edad su propia capacidad de decisión, aunque hay que decir que los padres siguen conservando la capacidad de decidir sobre una hipotética operación, siempre que los profesionales de la salud acepten realizarla. Como se ve, la cuestión no es baladí.
¿Quién soy yo? A quienes me leen, les lanzo el desafío que nos planteó Gonzalo Félix. Tomad cinco minutos para responder. ¿Las respuestas resisten la prueba de la identidad o hablan más bien de un estado, y por tanto de una realidad pasajera (aunque lleve durando ya 10, 15 o 25 años)?
Aquí es donde tiene sentido recurrir a la idea de que nuestra respuesta en la realidad puede ser solo la punta del iceberg de la identidad:
¿Qué es ser un hombre? ¿Qué quiere decir eso? Hay que partir de que a lo largo de la historia, las sociedades han construido una idea de lo que tiene que ser un hombre, de cómo se tiene que comportar, de qué tiene que decir, de cuándo tiene que decirlo… Todo lo que desafíe esa construcción representa una amenaza social que hay que combatir.
Si nos referimos a las siglas con las que se quiere ahora dar visibilidad a realidades que siempre han existido pero que siempre se han ocultado, durante mucho tiempo la prensa se refirió en sus noticias a “los transexuales”, cuando en gran medida se trataba de “mujeres transexuales”. En esta colocación lingüística, la primera parte se refiere a la identidad, al género, mientras que la segunda habla del sexo. En “los transexuales”, en gran medida en titulares de noticias truculentas, había ya un juicio y un afán discriminatorio.
En este momento, cabe introducir el concepto de la inteligencia emocional y sus elementos, las emociones. ¿Para qué sirven las emociones? Para que no perdamos el norte, para identificar cuándo nos estamos alejando de quienes somos: las emociones son la mejor brújula que existe a nuestro alcance. Y las emociones tienen su función:
- El miedo, que es la más básica, nos ha permitido sobrevivir en la selva
- La tristeza nos permite apreciar el valor de lo que hemos perdido
- La rabia nos ayudó a defendernos de quien quería hacernos daño (en las sociedades antiguas).
- Etc
Y luego hay que considerar que las emociones pertenecen a quienes la sienten: la felicidad que siento cuando veo aparecer a mi amor no es suya, sino mía; mi amor no es la fuente de mi felicidad, y no es responsable de que me falte la felicidad si se va.
Hay que aprender a calmar las emociones, a identificarlas, a reconducirlas porque las emociones mal gestionadas se transforman en otras que (nos) hacen daño: el miedo (mal gestionado) se transforma en rabia que (mal gestionada) se transforma en violencia.
Si aprendemos a gestionar la rabia (hay sencillos ejercicios de respiración y de meditación a nuestro alcance que nos pueden ayudar), todo son ganancias:
- Menos accidentes de tráfico y laborales
- Menos crisis cardiacas
- Menos infracciones en general, graves o no.
- Menos población encarcelada (la proporción es de 10 hombres por cada mujer reclusa).
Respecto al encuentro con el alumnado por la tarde, Gonzalo Félix empezó por todo lo alto, con un test para responder mentalmente con las siguientes preguntas:
- ¿Cuándo descubriste tu heterosexualidad?
- ¿Te costó mucho aceptarlo?
- ¿Conoces muchos casos similares en tu entorno?
- ¿Piensas contárselo a tus padres?
- ¿Has sentido alguna vez en tu piel la discriminación por ser heterosexual?
- ¿Has recurrido a ayuda profesional psicológica?
- ¿Vas a operarte para cambiar de sexo?
- ¿Qué sientes cuando escuchas bromas o la expresión “hetero de mierda”?
Esto despertó la necesidad de expresar y compartir la opinión entre una parte del alumnado, que reconocía no haberse planteado en absoluto esta perspectiva.
Después vimos juntos un video de la compañia Adecco España titulado «Tu propósito» que puedes ver pulsando en la imagen de la derecha y donde la protagonista Silvia nos hace reflexionar sobre el esfuerzo y la lucha por seguir nuestro propio camino.
Y Gonzalo nos hizo reflexionar sobre la filosofía “Iki-gai”, la razón de ser para hacer cada día:
- Lo que AMO hacer
- Lo que se me da bien hacer: DONES
- Con lo que me siento útil: CONTRIBUCIÓN
- Lo que me aporta recursos: RECIBO.
Y nos dio también algunas estrategias que nos conducen a ser simplemente más conscientes de nuestra identidad. Cada día debemos:
- Escribir en nuestro DIARIO DE GRATITUD: ¿A quién y por qué debemos dar gracias ese día?
- Escuchar la voz de la intuición.
- Realizar ejercicio físico, estiramientos, respiración…
- Mirarnos a un ojo (o al otro) y decirnos: “te quiero”, “vales mucho,” “te mereces ser feliz”, “todo va a ir bien”.
Gonzalo Félix Serrano nos dejó este whatsApp (615 77 30 89) para que libremente realizáramos cualquier consulta. Y como es una persona que representa la GENEROSIDAD en todo momento, durante toda la jornada, se dio al auditorio, compartió su recorrido vital, su experiencia, la fuerza de su propia trayectoria y no de una abstracción fría y lejana. Como en su currículum también está el haber sido profesor de francés durante más de 10 años, tras el encuentro con el alumnado, se unió al profesorado de francés para seguir reflexionando sobre igualdad, diversidad e identidad en francés. Tu nous as vraiment gâtés, Gonzalo, et on t’en remercie de tout notre cœur.
José Antonio Ramos Pérez, Jefe DACE